Jóvenes que huyen de sus casas

Antes que nada debemos dejar de lado los prejuicios, los jóvenes que huyen de su casa no son malos, no están perdidos ni han arruinado sus vidas, sólo están escapando. Si un joven huye de su casa es debido a las circunstancias que le toca vivir, debido a las presiones que sufre.

Un joven que huye de su casa, en casi todos los casos, ha tomado una mala decisión pero eso no lo convierte en nada malo. Sólo una víctima de las circunstancias. Para que esto no suceda, debemos enseñar a los jóvenes cómo enfrentar sus problemas en lugar de huir de ellos, incluso si sus problemas son sus padres. De esta forma ya no tendrán la necesidad de huir, no sólo de sus casas sino de cualquier circunstancia que se le presente en la vida.


lunes, 21 de noviembre de 2011

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